Hay cosas que no cambian. Si la modernidad de los coches aparcados no lo delatara, podría ser la estampa de alguna ciudad española en los años cincuenta. Pero está tomada en las calles de Oporto en septiembre de 2011.
¿Nos ha dejado así la crisis o es que nunca hemos llegamos a salir del todo de esta Iberia profunda?
7 comentarios:
Yo creo que nunca hemos terminado de salir, aunque nos lo hemos creido.
Oportuna foto.
Un abrazo.
Es verdad, si no llegas a comentar lo de los coches me trago que se trata de una foto antigua.
Hay cosas que parecen condenadas a la eterna permanencia.
A mi me gusta la calidad de la toma. La señora está en movimiento, andando hacia ti y la fotografías casi encima, pero además, captas la esencia de Oporto, del barrio, de la calle: ropa tendida colgando de los balcones, fachadas de edificios pidiendo a gritos una limpieza, calles estrechas, aceras pavimentadas irregularmente...
Sí, la foto transmite fielmente de Oporto, una ciudad de contrastes.
Y el envejecimiento de la toma me parece muy oportuno.
Me gusta mucho.
· Y ese envejecimiento es... perfecto
· Saludos
CR & LMA
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Que bonita la foto!
EL POETA Y EL FOTOGRAFO HACEN CAMINO CON LA PALABRA Y LA IMAGEN.
BUEN BLOG.
ESTAS INVITADO A PASAR POR MI BLOG CUANDO GUSTES
UN SALUDO
Que buena, una imagen atemporal
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