martes, 31 de diciembre de 2013

... y treinta y uno!

Pues llegó el 31 de diciembre. Y, como en la foto, no sabe uno si amanece o atardece. Si se cierra etapa o se abre otra. O ambas cosas. O ninguna, que al fin y al cabo el cambio de guarismo no cambia la vida. 

Exactamente desde este punto pienso despedir el año. El 2014 nos vendrá con 365 nuevas oportunidades... o quizás algunas menos. Así que habrá que aprovecharlas todas, todas.

Besos, abrazos, gratitud y los mejores deseos a todos los que me acompañáis en el camino.

La Procesión de los Niños

En las procesiones de semana santa, entre el rigor de los trajes, la seriedad de los semblantes, la exaltación de la tortura y muerte, el do...