En las procesiones de semana santa, entre el rigor de los trajes, la seriedad de los semblantes, la exaltación de la tortura y muerte, el dolor de los penitentes y la música hiriente de cornetas y tambores, hay un elemento que distorsiona: los niños. No sé si los llevan a la procesión por tradición, para que se inicien en la cofradía y los desfiles, pero lo cierto es que desentonan. Son niños y van medio jugando a disfrazarse de cofrades, a tocar tambores de juguete, a acompañar a su padre o madre. No entienden del todo de qué va la fiesta.
A ellos les dediqué algunas fotos en la procesión del viernes santo de 2018 en Torrent (Valencia).
martes, 3 de abril de 2018
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La Procesión de los Niños
En las procesiones de semana santa, entre el rigor de los trajes, la seriedad de los semblantes, la exaltación de la tortura y muerte, el do...

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En las procesiones de semana santa, entre el rigor de los trajes, la seriedad de los semblantes, la exaltación de la tortura y muerte, el do...